¿Tienes miedo a una endodoncia? Te explicamos qué es y cuándo es necesario 

Si eres de lo que tiene miedo al dentista, perteneces a ese 20% de la población, que posee este temor y que es de lo más normal. El pánico al odontólogo es algo que se puede superar incluso cuando hablamos de tratamientos complejos como puede ser una endodoncia.

Nuestra clínica dental cuenta con técnicas avanzadas en anestesia sin dolor o sedación consciente, que permite que tu boca pueda ser tratada sin que prácticamente te enteres, evitándote situaciones de ansiedad o miedo ante el tratamiento de endodoncia.

¿Endodoncia? Sí, has leído bien, hoy vamos a hablar de lo que comúnmente se conoce como “Matar el nervio”, que es más común de lo que parece y si tienes estos síntomas puede ser que lo necesites.

Síntomas más comunes para necesitar una endodoncia

1. Dolor en la zona del diente, incluso en la mandíbula o mejilla.

2. Hinchazón de las encías y decoloración.

3. Molestias a la hora de masticar o con el tacto.

4. Sensibilidad prolongada ante el frío o el calor.

En algunos casos no se presentan síntomas, y es en las visitas periódicas al dentista cuando nuestro odontólogo puede detectar problemas en el interior de tus piezas dentales.

¿Qué es la endodoncia?

Este tratamiento dental consiste en eliminar la parte más profunda del diente cuando se encuentra infectada. La finalidad es limpiar el diente por dentro, eliminando la pulpa dental y rellenarlo de material inerte para que siga ejerciendo sus funciones.

Se le dice también “matar el nervio” porque la pulpa dental es el tejido interior del diente donde se encuentran los vasos sanguíneos, los nervios y el tejido conectivo. Para este tratamiento se suele utilizar anestesia local, por lo que no tienes que preocuparte por el dolor.

Causas más frecuentes para necesitar matar el nervio

Este tratamiento puede ser necesario cuando los dientes tienen caries, grietas, fracturas, procedimientos dentales repetitivos en los dientes que los convierten en dientes infectados y con abscesos donde se producen infecciones caracterizas por la inflamación o la acumulación de pus.

Tipos de endodoncia

No todos los dientes cuentan con el mismo número de raíces o conductos radiculares, por lo que en función de la pieza dental que se vaya a tratar, el tratamiento de endodoncia se puede clasificar en:

1. Endodoncia unirradicular

Se utiliza para tratar dientes con un solo conducto radicular, como son los incisivos centrales, laterales, los 1º y 2º premolares inferiores y los caninos superiores o inferiores, que suelen tener solo una raíz.

2. Endodoncia birradicular

Trata piezas dentales que tienen dos conductos radiculares, como son los segundos premolares superiores.

3. Endodoncia multirradicular

Para piezas dentales que cuentan con tres o más conductos, por ejemplo los molares superiores e inferiores.

Aunque la mayoría de los dientes tienen el número de radiculares descrito, puede haber variaciones anatómicas. Es nuestro dentista quien localiza los conductos radiculares para asegurar que el tratamiento de endodoncia termine con las molestias que tengas y devuelvan a tus dientes a un estado saludable.

Beneficios del tratamiento de endodoncia

Una de las principales ventajas que tiene este tratamiento, es que se puede evitar la extracción de un diente natural, porque permite salvar piezas dentales que están descompuestas o infectadas. También evita problemas de halitosis y otras consecuencias por tener dientes en mal estado, por lo que no solo recupera la vida de ese diente, sino que da salud al resto de piezas dentales.

Su reparación es muy rápida y pronto comenzaras a sentir las ventajas de haberte hecho este tratamiento, porque se te eliminara al dolor en la zona y la sensibilidad al tomar alimentos frío o calientes.

Es un tratamiento indoloro, rápido y seguro, al que no debes de temer si cuentas con una clínica especializada en endodoncia como la nuestra. Además, puede evitarte tratamientos más caros, ya que un diente en descomposición puede afectar gravemente a la salud del resto de dientes.

Nuestro consejo de hoy: “Revisa de forma periódica la salud de tus dientes”